miércoles, 26 de noviembre de 2014

VARIABLE ESTÁNDAR: EDUCACIÓN ALTERNATIVA

Cada vez se me hace más complicado  imaginar todo aquello que nos enseñaron y quedó bajo nuestra epidermis.
 Ahora, con la experiencia vivida y echando la vista atrás comprendo la dificultad de las variables estándar y los diagramas en árbol y aún con todo, dentro de las  probabilidades infinitas me resulta más difícil  ubicar el azar en un puzzle de simetrías; la determinación en los procedimientos aleatorios, y un sinfín de operaciones que ahora, vagamente se me escapan, mientras atizo el fuego.
Y por fin, llegamos a las tripas del asunto que hoy me concierne…El reto por una Educación alternativa, todavía esa gran asignatura pendiente.
El personal docente deberá convencer a sus estudiantes de la gran capacidad que tienen para construir sus propios esquemas dentro de la realidad que les toque manejar, dentro de sus habilidades para llegar a construirse en individuos desarrollados, capaces de autogestionar su propio proceso de cambio.
Abogo por un cambio de escenario,  que eduque para lo impredecible, para la incertidumbre, para   gestionar el cambio, para las variables y para sus constantes; también para el goce y el disfrute, para la alegría y el entusiasmo, para reflexionar, para convivir, para observar, para crear, potenciando la  participación de manera activa.
Lucho por una educación integradora que de prioridad al individuo, y en su manera de expresarse, por  un nuevo sistema de valores donde lidere la comprensión a lo desigual y asuma que lo diferente nos  hace iguales. Que nadie desmerezca a otro por unos méritos, que se tengan en cuenta las capacidades, las  habilidades, las que sean, no solo las actitudes sino también las aptitudes.
El cambio en la educación deberá pasar por no politizar la educación, y menos por aquellos que, con  conducta reprobable, detendrán cualquier avance cultural para sumirnos a todos en una atmósfera de  servidumbre global.


Abogo por la variable inconstante y por una educación alternativa que no valore la mera repetición académica de conceptos aprendidos, sino que valore al individuo y a la vez tome el relevo y el compromiso de incluir la diferencia como valor añadido.